El ayuno intermitente es un método alimenticio que supone comer solo en ciertos momentos temporales, ayunando durante el resto del día: muchos lo ven como algo milagroso para adelgazar y mejorar la salud.
Como se ha escrito en ESTE ARTÍCULO SOBRE LA DIETA DEFINICIàON, lo que determina el éxito o el fracaso de una dieta es primero el balance calórico (diferencia entre calorías ingeridas y calorías gastadas) y los macronutrientes (hidratos de carbono, proteínas, grasa). Estos dos elementos afectan casi plenamente al resultado final.
Sin embrago, lo primero es la adherencia a la dieta, o sea respetar con constancia el programa haciendo que se convierta en un hábito y no en un sufrimiento.
Los demás factores como el timing de las comidas (dentro del cual entra el ayuno intermitente), la elección de las comidas y los suplementos son secundarios y su importancia es directamente proporcional al nivel de desarrollo y composición corporal del sujeto.
Es decir: pueden ser el factor que determina un cierto posicionamiento en una competición de Bodybuilding, pero no afectará nada o casi nada a las personas que desean solo tener un buen cuerpo de playa y están muy por debajo de su máximo desarrollo muscular y/o disminución de grasa corporal.
¿Por qué el Ayuno Intermitente está tan de moda y parece tener efectos milagrosos?
La respuesta es que es una herramienta muy valiosa para la gestión y el control del hambre, lo cual puede hacer que la dieta sea más gratificante y satisfactoria sobre todo cuando las calorías (la comida) son bajas (dieta hipocalórica), pero solo si el sujeto tiene las adecuadas características mentales y determinados hábitos.
Un número inferior de comidas a igualdad de calorías, quiere decir comidas más contundentes y por lo tanto más plenas, dejando la posibilidad de gestionar las calorías con comidas más sabrosas y calóricas respecto a dividir las mismas calorías en muchas más comidas diarias.
En el caso (muy común) de los que no cuentan las calorías y comen hasta saciarse, hacer 2-3 comidas por día casi siempre lleva a ingerir menos calorías respecto a comer más veces... pues la sensación es de comer mucho y hasta saciarse y adelgazar igualmente, cuando en realidad se está ingiriendo menos calorías sin saberlo.
¿Son todos solo aspectos positivos?
Ayuno Intermitente - La sostenibilidad depende del individuo
Una persona que quizás no ama desayunar, pasa muchas horas consecutivas que lo comprometen física y mentalmente (trabajo, estudio, varios compromisos, etc) y le hacen olvidar la comida y el hambre, que odia llevarse la comida fuera de casa y comer en el sofá o en la universidad, que le gusta levantarse de la mesa saciado... el ayuno intermitente es una estrategia excelente para gestionar la dieta
De lo contrario, una persona que tiene la necesidad mental de comer cada dos horas, incluso comiendo muy poco en cada comida, que no puede salir de casa sin desayunar, que no le gusta sentirse demasiado lleno después de una comida, probablemente el ayuno intermitente lo hará sentir frustrado e incómodo: un estrés psicológico que afectará negativamente la dieta y su adherencia y, por lo tanto, al resultado final.
Conclusiones
A pesar de que muchas evidencias indican que el ayuno intermitente realizado dos o tres veces por semana puede tener beneficios sobre la salud general por distintos motivos (que en realidad parecen ser debidos a la restricción calórica y a la bajada del porcentaje de grasa más que al ayuno en la mayoría de los casos), desde un punto de vista estético es solo una herramienta que puede optimizar el control del hambre y el seguimiento de la dieta... los cuales son fundamentales para el éxito y el resultado final.
Depende de cada persona entender si la estrategia se combina bien con las propias necesidades físicas y psicológicas, o sea si puede ser de ayuda o no. Lo que de verdad cuenta en una dieta desde un punto de vista estético es:
- Seguir la dieta con constancia minimizando el estrés mental.
- Balance calórico (calorías ingeridas - calorías gastadas).
- Macronutrientes.
Todos los demás factores son secundarios y toman una importancia siempre mayor solo con el aumento del nivel del sujeto.
En este artículo hemos hablado casi exclusivamente de la dieta para adelgazar (hipocalórica), pero lo mismo se podría decir para una dieta de volumen con calorías más altas y diseñada para ganar masa muscular.
La clave es aprender a conocerse a sí mismos y entender lo que es más apropiado para nosotros.
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